otro...raro....raro..muy raro......raro..muy raro..

Otro cuento raro, muy raro.

El cuento del guardia.Quinta serie. El guardia. Nagua.

-A vei, cuanto ute me da por ete fusil???

-Chencho, con ese fusil yo no hago nada, lo que mas me puede pasar es caer preso.

-Pero ute compra lo que sea, o no??

-Esto es una compraventa, si, pero como tu pretende que compre un fusil de un guardia?? que diablos hare con eso??

-pero que maidicion, compreme la vaina y no joda!!!!!

-Chencho, no, olvidese de eso.

Chencho era guardia porque era la unica forma de dejar de ser un cobrador de guagua. Siempre andaba con mala cara, ni siquiera para su jefe. A diferencia de la casa de madera y zinc, este vivia en la casa mas grande que Chencho pudo imaginar, tal vez esa ambiciosa envidia de Chencho por los vienes de su superior, lo hacia desistir de la idea de dejar de ser guardia y dedicarse a pegar blocks en la capital o coger un machete y atracar turistas en la playa.

El salitre se le pegaba en la cara y lo ponia pegajoso, le salia un grajo infernal y ya estaba jarto de tanto masturbarse. Chencho ahora cuidaba de los invasores de tierra, periodistas y demas curiosos unos solares frente al mar, era la ultima asignacion que su jefe le habia encomendando.

Chencho se jarto de ver partir hacia nuevos horizontes a amigos, familiares, y cientos de desconocidos. Partian en yola hacia Puerto Rico protegidos bajo el manto de la noche y el jefe de Chencho quien los llevaba por manadas. Chencho se jarto. Se jarto de pan con sardinas, de pan aguacate, de pan con mantequilla, de pan, de nada.

-Mire jefe, con to el repeto, yo me quiero dir, digame que hay que hacer.

-Usted sabe para donde es que quiere ir?

-Yo no se, pero esa gente que ute lleva y la monta en esa yola, e a ganar cuarto que van!!!

-Lo guardia no se quejan, eso es de maricones.

-Po sere pajaron entonce, pero ya no aguanto eta vaina.......

-Bucate 150,000 y en el proximo viaje te mando a ganar dolares de los buenos.

-Y ute, por que no se va tambien?

-Mira, a diferencia tuya, a mi me gusta mi pais, yo naci para servir.

-Cualquiera quisiera servir con esa casa y to eso carro que ute tiene.

-Chencho..Chencho.. si no fueras porque ya eres un cliente mio, te hubiese dado dos tiros.

-Con todo repeto mi jefe, yo no soy manco.......

-Mire!!!!! buen mmg, salgase de mi vista y si quire irse, busque los cuartos, sino vayase a la playa a cuidarme eso ahi, pasado manana sale un viaje.

Chencho vendio 8 tareas de tierra que le habia dejado su padre, dos vacas, siete gallinas y su fusil lo cambio en la compraventa por un cuchillo, seis panes y cuatro ruedas de salami.

-Ma nunca comere pan!!!!!!!!!!!! se decia mientras la delicada embarcacion se tambaleaba a merced del imponente Oceano, tenian horas y horas navegando, solo una estrella se veia en el cielo, no se veia nada mas, ni siquiera la funda con el pan y el cuchillo que llevaba podia ver.

-Tirense to y naden carajo que llegamos a Puerto Rico, no hablen con nadie y corran como perros.

Chencho vio una playa bella, de aguas calidad y arena fina. Nadaba esperanzado, sonrio como no lo habia hecho hace mucho tiempo, nadaba procurando que no se mojara el pan envuelto en varias fundas y amarrado al cuello. Nadaba para olvidar ser guardia. Cuando algunos llegaron a la playa, turistas con las tetas al aire, vendedores ambulantes miraban asombrados.

Chencho ahora corria, sonreia, corria, sonreia, la gente lo miraba, el corria, sonreia, los turistas miraban asombrados. El tambien se asombro cuando un guardia como el lo detuvo. Sosua nunca fue tan bella para el. Chencho, en el ultimo asiento de la guagua con destino a Nagua comia pan, bajo su camisa, el cuchillo y Chencho, Chencho no es manco.