Otro cuento raro....raro...muy...muy ...muy raro...

Otro cuento raro, muy raro. El cuento del guardia.
Cuarta serie. El guardia. Samaná.

"A ver, quitese la ropa y pongase esa bata, luego acuestese en esa camilla boca arriba."

Belar tenia una comezón en el ano. En la policlinica de las F.F.A.A. el doctor examinaba las llagas que tenia en toda la piel y en especial las que les estaban naciendo por la zona oscura. Belar le mentia al doctor cuando este le preguntaba si el habia estado en contacto con alguna sustancia que le pudo haber causado esa peste.

Belar si sabía. Esos encuentros candentes con Fifa, encuentros llenos de lujuria, de mucho sexo y sobre todo mucho polvo, rockash para ser mas específicos, le tenian el cuerpo lleno de ñañaras. Fifa quedó muy enamorada de Beliar, para ella el era poeta, le hablaba de lo lindo de la bahía y de como soñaba que moria en cuero entre los bosques de los haitises. Eso para ella eran palabras de dioses, del otro mundo. El gobernador no era poeta, ni Dios, ni soñaba que moria en los haitises. Ella trabajaba en la casa de este, le cocinaba, le planchaba la ropa, le limpiaba la casa y algo mas. Beliar se encargaba de acompañarla a su casa, despues que esta cumplia con todas sus tareas. En una de esas largas caminatas y protegidos por la oscuridad, se salieron del camino y entre los matorrales y pilas de rockash, hacian el amor como perros. Belar con mucha dedicación se encargaba cada dia de acompañarla, de amarla.

Un buen dia, en la casa del gobernador Fifa se higienizaba, se limpiaba los restos de un sexo malo para ella, el gobernador lo único que sabia en la cama era venirse. Fifa le habia pedido que le diera sexo oral pero el le dijo que el no pone su boca en cualquier sitio, ella le respondió que era poco hombre, que a Beliar no le importaba hacerlo aunque ella hubiese estado trabajando todo el dia, Beliar gozaba de ella y ella gozaba de Beliar.

Al gobernador que lo rebajaran al nivel de un guardia como Beliar, lleno de llagas y ronchas, con el color mas oscuro que la noche, que ganaba una miseria y que se acostaba con su amante, no le habia agradado mucho. El mandó a varios de sus empleados a seguir a Fifa y a Beliar.

Entre el rockash y las hojas de plátano, entre la brisa del mar y el azul de la bahía, entre la profundidad de los haitises, entre moscas, cangrejos y guaraguaos, poeticamente, Beliar descansa.

Eternamente............