El párroco se me acercó, me preguntó si era posible que nosotros usaramos algunos de nuestros equipos para limpiar la cañada, estaba llena de lodo y basura, cuando me mostró el lugar vimos una nevera flotando. Le dije que si, que el sabado temprano mandaria un D6 y una retro. Estaba trabajando en la colocación de la tuberia del oleoducto de la Minera del Norte, era encargado del tramo que va desde Haina hasta Villa Altagracia, ese día estaba justo detras de los Alcarrizos.
Cuando mi superior me cuestionó por mi decisión, le dije que para la empresa representaba publicidad gratis, ellos aceptaron si y solo si, la comunidad hiciera un acto agradeciendo el aporte hecho por nosotros. Se lo comenté al sacerdote, me dijo que no había problemas, que haria una fiesta en la comunidad, un juego amistoso de basketball, una misa, un acto de agradecimiento, claro, humildemente. El club deportivo de la iglesia seria el lugar.
Ese domingo el sol brillaba como lo hace en las playas, parecia un domingo en Bayahibe. La noche anterior había llovido y el trabajo de saneamiento y limpieza habia funcionado. Cuando llegamos en las camionetas de la empresa extranjera explotadora de los recursos naturales, los niños salieron de sus casas y corrian a nuestros lados como si escoltaramos a los reyes magos, Santa o la vieja Belén. En la cancha nos esperaban la asociación de vecinos, la asociación de choferes, la asociación de jovenes cristianos, la asociacion de trabajadores de zona franca, la asociacion de malechores, de motoristas, de gente cansada de que el gobierno prometa y tener que estar pidiendo favores, todos estaban ahí.
Cintas de colores elegidas con el mal gusto que provoca la pobreza adornaban el local, pancartas escritas con malas ganas, ni hablar de las faltas ortográficas. Pasó la misa, pasó el bastón ballet, pasó la declamación de una poesia improvisada, era hora del juego. Nuestro equipo con uniformes nuevos competiria con el equipo local, Fello, un maleante loca, llamó a un grupo de jovenes muy parecidos a pandilleros de Grand Theft Auto. Nuestro equipo fue masacarado en puntos y faltas, creo que por miedo no se atrevieron a responder la agresión.
En el segundo juego Enrique, jarto de golpes en las costillas, respondió con su codo en el estómago de un jugador, que por su aspecto, debia ser primo hermano de 50 cent. El asunto no pasó de loco excusame, viejo fue sin querer, ta'tó palomo. Al final fuimos derrotados de nuevo, ellos se fueron, no se quedaron a beber Powerade, auspiciado por nosotros, creo que demasiado orgullo. En un momento mientras hablaba con el cura, que trataba de convencerme de emplantillar un tramo de la calle 16, vi de reojo un machete a toda velocidad. Reaccioné cuando la sangre de Enrique salpicó mi cara, su hombro parecia una pierna de cerdo en una carniceria.
Toma fao, toma fao, toma fao, decia el agresor mientras Enrique trataba de correr hacia su camioneta, se tiró en la parte de atras. Mientras, yo iba detras del morenote, logré empujarlo. Su cabeza fue a parar con el jalón de la camioneta, no se que le pasó pero se tapaba la cara con sus manos mientras se escurria sangre entre sus dedos. Corrí hacia un colmado donde doñas con rolos observaban el show, detras venia mi jefe escoltado por el sacerdote escudado con un crucifijo y la biblia. Seis horas despues, Enrique estaba siendo operado de emergencia, el cura pedia disculpas, mi jefe queria cancelarme y yo, yo cantaba: "Me van a matar por la mujeres, me van a matar por las mujeres" en el colmadón de Doña Pura, quien me presentó a Juanita su hija mas chiquita.
Cuando mi superior me cuestionó por mi decisión, le dije que para la empresa representaba publicidad gratis, ellos aceptaron si y solo si, la comunidad hiciera un acto agradeciendo el aporte hecho por nosotros. Se lo comenté al sacerdote, me dijo que no había problemas, que haria una fiesta en la comunidad, un juego amistoso de basketball, una misa, un acto de agradecimiento, claro, humildemente. El club deportivo de la iglesia seria el lugar.
Ese domingo el sol brillaba como lo hace en las playas, parecia un domingo en Bayahibe. La noche anterior había llovido y el trabajo de saneamiento y limpieza habia funcionado. Cuando llegamos en las camionetas de la empresa extranjera explotadora de los recursos naturales, los niños salieron de sus casas y corrian a nuestros lados como si escoltaramos a los reyes magos, Santa o la vieja Belén. En la cancha nos esperaban la asociación de vecinos, la asociación de choferes, la asociación de jovenes cristianos, la asociacion de trabajadores de zona franca, la asociacion de malechores, de motoristas, de gente cansada de que el gobierno prometa y tener que estar pidiendo favores, todos estaban ahí.
Cintas de colores elegidas con el mal gusto que provoca la pobreza adornaban el local, pancartas escritas con malas ganas, ni hablar de las faltas ortográficas. Pasó la misa, pasó el bastón ballet, pasó la declamación de una poesia improvisada, era hora del juego. Nuestro equipo con uniformes nuevos competiria con el equipo local, Fello, un maleante loca, llamó a un grupo de jovenes muy parecidos a pandilleros de Grand Theft Auto. Nuestro equipo fue masacarado en puntos y faltas, creo que por miedo no se atrevieron a responder la agresión.
En el segundo juego Enrique, jarto de golpes en las costillas, respondió con su codo en el estómago de un jugador, que por su aspecto, debia ser primo hermano de 50 cent. El asunto no pasó de loco excusame, viejo fue sin querer, ta'tó palomo. Al final fuimos derrotados de nuevo, ellos se fueron, no se quedaron a beber Powerade, auspiciado por nosotros, creo que demasiado orgullo. En un momento mientras hablaba con el cura, que trataba de convencerme de emplantillar un tramo de la calle 16, vi de reojo un machete a toda velocidad. Reaccioné cuando la sangre de Enrique salpicó mi cara, su hombro parecia una pierna de cerdo en una carniceria.
Toma fao, toma fao, toma fao, decia el agresor mientras Enrique trataba de correr hacia su camioneta, se tiró en la parte de atras. Mientras, yo iba detras del morenote, logré empujarlo. Su cabeza fue a parar con el jalón de la camioneta, no se que le pasó pero se tapaba la cara con sus manos mientras se escurria sangre entre sus dedos. Corrí hacia un colmado donde doñas con rolos observaban el show, detras venia mi jefe escoltado por el sacerdote escudado con un crucifijo y la biblia. Seis horas despues, Enrique estaba siendo operado de emergencia, el cura pedia disculpas, mi jefe queria cancelarme y yo, yo cantaba: "Me van a matar por la mujeres, me van a matar por las mujeres" en el colmadón de Doña Pura, quien me presentó a Juanita su hija mas chiquita.
3 comments:
Diaaache, siguete metiendo en esos barrios llenos de tigueres, esos tipos no relajan es con machete y peñones que resuelven. Alegrate de que no fue con un lengua e' mime que le entraron al pobre Enrique. No te creas que eso se quedo ahi, esos tigueres parecen del FBI, te consiguen donde te metas, asi que preparense, que ahora es que esto comienza...
A mi paso en la carretera de Valdesia, con los primitivos habitantes. Los ingenieros tenianos que andar chivos to'el tiempo. yo pensaba, mierda, esta gente nos va a agradecer toda la vida la repacion que le estamos haciendo. que tu crees? casi todos los dias tenianos un problema con alguien. amenazas, palabras insultantes. un dia, los primitivos habitantes le brindaron un sancochito a un grupo de los ingenieros, y luego salieron a desacreditarlos diciendo que eran unos lambones. yo no probraba ni agua de los nativos. no vaya a ser que me desacreditarn y aun asi creo que lo hicieron. como no le hice caso a un fea nativa, supe luego que se me acusaba o se me adjudicaba la condicion del mariconazo de la compañia. te digo, mi experinecia en la carretera de valdesia no fue agradable. Cuando termino el proyecto le dejamos tremenda trocha abierta y para sacar los equipos, fue a base de puro cuento.
-doña mire, este rodillo lo vamos a llevar a la capital y cambiarlo por uno nuevo.nuevo? su maldita madre que va a volver a repararle la trocha.
ya me imagino que la gente de semana santa, en yaguate se estaran preguntadon en sus anodinas conversaciones.
-señores, y el grupo de ingenieros lambones y el maricon que estaban arreglando la carretera, en que estaran?
-por mi madre, que yo vi al maricon bailando encuero en bavaro.
p.s,no fonso no estoy a dieta, no lo necesito, yo no estoy echando barriga como un puerco que me tope el otro dia.
"el mal gusto que provoca la pobreza" Ay Fons... Eso no es verdad... A veces es más la ignorancia que la misma pobreza...
;-)
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