Mangú

Y si usted cree que lo ha visto todo, le invito querido serñor a que se pase un rato metido en esa cueva llena de humo de cigarrillo, acuerdese de tirar a la basura la ropa que tenga puesta ese día, jamas, jamas volvera a oler bien, Mangú tiene un deficiente sistema de extracción. Relajese, esos morenos parecen tigueres, es cierto, pero solo son amantes latinos vigorosos dispuestos a complacer a los corazones vacios que han pagado ochocientos euros, pasaje incluido, para tomar sol y beber bananamama.

No, no es un ambiente común y corriente, yo prefiero el primer piso pues en el segundo el DJ coloca un CD infinito de una música que solo aguantas por una hora. No te preocupes, por mas pajaros que parezcaj ellos no te van a molestar, les pagan para ponerse hotpants y bailar dando golpes de cintura, ahora bien, no te equivoques con aquella, que en realidad es aquello, si te da un beso y te sientes bien, no permitas que te hable, su voz lo delata y te dan ganas de vomitar. Mejor quedate en el primer nivel donde escucharas de todo, te daran ganas de bailar merengue, los de Toño se bailan pegaito y donde sea, yo prefiero la bachata, en la capital no tengo idea de donde la ponen. Disfruta de las mujeres de la barra, esa uruguaya es capaz de hacerte perder los estribos y lo que tengas en tu cartera, espera un rato y disfruta de sus pezones erectos marcados en esa blusita blanca, cuando la de las trensas se le acerque una erección se producirá en ti, no te preocupes que es normal.

El cuero es lo que mejor vive, esa que está ahí no tiene preocupación alguna y estará dispuesta a complacerte por la módica suma de cien dolares. Hace tortilla con una amiga por cincuenta mas y no tiene problema en recrearte aquella famosa escena de Marlon Brandon en Last Tango in Paris donde él usa una barra de mantequilla como lubricante para sodomizar a su mujer.