Un cuento mas raro que el diablo

Un cuento raro, muy, demasiado, el culo que cuento, el cuento del guardia, no se cuantos van, no me da la gana de averiguarlo. El cuento del guardia: En el metro.

En un país de monos, lleno de monerias, se anuncia que para el próximo 27 de febrero se inaugurará la obra mas grande que gobierno dominicano alguno haya dejado a este pueblo bendecido por su ubicación geográfica, tanto así, que el ochenta por ciento de la droga que entra a Estados Unidos pasa por nuestra tierra, en solo treinta días los dominicanos se acercaran mas al desarrollo, en treinta dias, se dejará oficialmente inaugurado el Metro de Santo Domingo.

-Tenemos que crear una unidad especial encargada de la seguridad del Metro y sus usuarios.
-Bien, dile al pajaro de Leonel Lirio que te haga unos uniformes con un M gitante y un sol y un gallo pintado, yo le pongo un fusil a cada uno, una macana, le pongo radios, aunque no funcionen, pero tu sabe, hacen bulto. Le voa' decir que ten pendiente, al primero que se suba en un banco, un macanazo; al que raye las paredes, otro macanazo; al que te pegandose, otro macanazo; al que grite chofer dale duro, un macanazo; al que se robe los cables, un tiro; al que vaya a sobarse con la novia, un culetazo; al que se encuentre orinando o baqueteandose, un macanazo y un boche de ñapa.
-Mano dura como siempre.
-Mano dura no, macana y macana.

Entre las filas militares el chisme era que los seleccionados para la Guardia del Metro recibirian un aumento y dieta diaria de sesenta pesos, doscientos pesos al mes en tarjeta de llamada y los en su dia libre mensual podrian llevar a sus familiares gratis para dar dos vueltas en la ruta Villa Mella-Congreso Nacional. Abelardo queria estar entre los agraciados, estaba cansado de bañar perros y empujar carritos en el supermercado, el lo hacia con muchas ganas, pero le incomodaba que los sabados lo llamaran para llevar a la hija del general al cine, odiaba esperar a la niña mientras se besaba con su noviecito en el parqueo de Bella Vista Mall. Esa misma dedicación y paciencia le valieron para que el general lo incluyera en la lista.

-Gracia mi señor, ute siempre ha sido bueno conmigo.
-Dejate de mamagueberia coño, que la doña se ta quejando, que fue lo que tu hiciste mojonaso.
-Ay no don, no diga eso, que yo lo repeto mucho a to utede.
-Ya, pendejaso, el lune ve a operaicones especiales y ponte a la orden.

Abelardo se pasó tres semanas levantandose a las seis de la mañana a hacer doscientos marineros, luego un equipo de consultores españoles encargados de preparar la logistica operacional del Metro les enseñaban al grupo a sonreir y a decir buenos dias.

-Mira, ahora estos españolitos estan formando a maricas. La ultima vez que un guardia de estos se rio fue cuando se vino en el Rancho de Pedro, los guardias no estan para decir buen dia, estan para tirar tiros.
-Son cosas del Presidente.
-To e bulto, deja que se arme un molete para que tu vea.
-Mierda y esos uniformes tan feos.
-Mire coño, fui yo quien los mandó a hacer asi.

En el dia inaugural todo estaba listo. El evento arrancó con buen pie. Cientos de personas gritaban ahora es, e´pa´lante que vamos. El presidente ocupó el vagón principal, su séquito de lambones el número dos y tres. Abelardo estaba en el último junto a una manada de periodistas que cubrian el evento.

-Señor, tome su asiento.
-Mire, guardia del diablo, yo soy periodista, estoy tomando todas las incidencias, tese manzo.
-Señor, por favor, debe mantenerse sentado, es la norma.
-Norma del culo coño, mierda pa'ti, mamaguebazo, tu maldita madre se va a sentar

Y el guardia es guardia. Sea un Amet o escolta presidencial, guardia es guardia, ese instinto animal y violento fruto de no haber estudiado y preparado para algo mas que ser un raso o cabo, sale a flote en casos donde se mencionan a familiares cercanos; el manual dice que se debe reportar este caso al Delta Uno o jefe de seguridad antes de actuar, que luego se le debe pedir firmemente que desista de sus actos, que se ponga de rodillas, que doble sus tobillos y coloque sus manos detras de su cabeza. El literal uno punto dos dice que de ser necesario el uso de la fuerza, utilice la macana como advertencia, de ser necesario golpee a la persona en los brazos o piernes, nunca en la cabeza como lo hizo Abelardo, le dejó una herida al sujeto que treinta y dos puntos fueron necesarios para suturar tremendo macanazo.

Y la prensa hizo su Agosto, temprano en Febrero, publicando en primera plana que un raso le propinó tremendo golpe en la cabeza a Federico Estanislao Guzman, reportero gráfico del Diario Vivir. Abelardo jura y perjura que el señor lo provocó. Eso no es excusa, le respondieron. Mierda, tan bueno que era ir los sabado al play a acompañar al Don y a su familia. Ellos eran liceysta, yo un aguilucho empedernido, dejame ver que compañía de guachis me acepta, ahora si, al primero que se ponga de freco, si señor, le suelto un plomaso.