roedor

Todos habian pensado que habia muerto. Claro, la cantidad de sangre salpicada y que dejo manchado aquel machete de ese capataz, Ovidio creo que se llamaba, daba esa impresion. Quede mal herido eso si. Se me hizo dificil correr y mi cola casi estaba casi despegada de mi cuerpo. Cuando llegue donde ella, lamio mi herida y me tiro polvo para tratar de curarla. Me dio una infeccion y algunos gusanos se me alojaron en el interior, sufri mucho pero despues de varias semanas tenia una cicatriz.

Cada vez que miraba el camino me acordaba de aquel fatidico dia, puedo imaginar la alegria que sintio el estupido ese, se creia muy hombre el mojon ese, bah!!! que habra ganado el con haberme herido, se sentira feliz de haberme sembrado otra vez el miedo a cruzar el camino, al menos esta vez mi amada estaba cerca. Ese dia el sol era horno con la puerta abierta, su pelaje brillaba bajo los rayos ultravioleta, era grande, fornido, agil, era mas animal que yo. Vi como se le acerco y le danzaba seduciendola.

No tengo miedo estupido, que crees, yo tengo tiempo amandola, no me siento inferior, no soy rata, maldito insecto. No se quien odio mas, si ese artecfacto alienigena de siete patas, o el maldito que me dejo esa cicatriz o el maldito huron que ahora se pasea a mi amada. Ahora es el quien le hace el amor entre las enredaderas o quien le lleva de vez en cuando algun huevo de gallina que robo con facilidad, claro, el cruza sin dificultad ese camino, ese maldito camino. Ya callate!!!! no vez como sufro, no puedo vivir en esta agonia, alguien pagara por mi sufrimiento.

El pobre huron habia intentado todo para cumplir su venganza. Una vez empujo un lagarto desde una rama hacia una paila de locrio que cocinaban unos obreros del Capataz, vio con asombro como degustaron del pobre lagarto. Trato de peliar con su enemigo, aquel que ahora espera crias de su amada, lo unico que consiguio fue que se le abriera su vieja herida.

Eres debil, estas hecho mierda. Ahora eres pendejo, hasta tu pelo perdio brillo!!!! El roedor sentia que la frustracion lo ahogaba. Esas palabras soeces que el insecto le decia hundian cada vez mas su ya herida autoestima. Eres un estupido, estas vuelto mierda!!!!!!!

Sera posible lo que pensaba? Podria eso darle alguna satisfaccion? Lo unico que faltaba era dejar de escuchar esa voz tan azarosa, esos improperios lanzados hacia su persona por ese insecto. Ahora concentraba su esfuerzo en eliminar a ese insecto, ese maldito insecto, ya estaba cansado de aclarar que era un roedor, un huron, no una maldita rata.