Friday, November 28, 2008

Cajito Jojo de Cajeja

Si, tengo un carrito rojo, no es de carrera, pero se siente como tal. Es mi subarú impreza 2006, mi avispón rojo, el come hombre. Esta mañana vi que tiene 77,000 kms. Si, así es. Es que yo amo las autopistas, manejar, dominar las curvas, admirar el paisaje aunque vaya a 16....

Este es mi Noveno carro y creo que será dificil salir de él. No lo venderé, creo que algún primo mio lo herederá a precio de remate. Tanto que ha sufrido el pobre con los hoyos de bávaro pero ahí está, campante, paradito, dispuesto a llevarme donde mi aburrimiento le de la gana.

Nagua, Cabrera, Cabarete, Santiago, Montecriste, Dajabón, Mao, Monte Plata, Terrenas, Playa Rincón, San Francisco, La Vega, Bonao, Bávaro, Baní, Barahona, Pedernales, Jarabacoa, Constanza, Villa Trina, Los Cacaos, San Cristábal. Ha dejado un kilómetro en casi todas las provincias de nuestro país y yo en cada viaje una experiencia que contar.

Para muchos, entender la relación entre carro y su dueño puede sonar hasta riduculo pero para los que se excitan cuando huelen aceite dos tiempos quemandose, entiende de lo que hablo. Mi carro es un carro con muchas prestaciones en manos de uno que aprendió a montar motores antes de manejar vehículos, a uno que aprendió a barrerse en las curvas antes de dar reversa, a uno que ha corrido entre monte y culebra antes de saber poner luces direccionales.

Yo iba por la carretera rodeada de un bosque copioso verde bien verde a una velocidad moderada. Buscaba sin éxito mi pase de entrada para mostrarlo en puesto de control. Levantaba la vista para corregir el carro que se iba ligeramente hacia la derecha, a veces, a la izquierda. Recibí una llamada al celular. Solo escucho interferencia, un ruido que cada vez se hacia mas molestoso hasta llegar a lo insoportable, tranque pero ahora ese ruido se escuchaba en las bocinas del carro. Fuerte, muy fuerte. Llegué a sentir que mi carro se levantaba del asfalto, poco a poco, como avión despegando, no, así no, como ave que levanta vuelo, con paciencia, con determinación.

Vi una explosión pero no escuché estruendo alguno. La luz era intensa, mas que la luz del sol, como si una lámpara gigante se posara a pocos metros de altura. Viví momentos de ingravidez, nauseas, vertido. No tenía el mas mínimo conocimiento de lo que pasaba ni donde me encontraba. Luego sentí que me precepitaba al vacio, como si andara en una montaña rusa y justo ahí vi que me dirigía hacia el techo de un edificio. Mi carro traspasó destruyendo la losa del techo, afecté la del piso donde cai. Todos los que estaban en el edificio salieron corriendo, no entendian como un carro habia caido del cielo. Yo menos, pude salir por encima del tablero de mi carro y cuando mi cuerpo estaba fuera, el piso debajo de mi terminó de colapsar. Cai también, se escucharon gritos de desesperación de algunos que todavía quedaban dentro. Todos me miraban atónitos y se preguntaban que pasaba.

2 comments:

Juan José said...

Pero te debarate fue!

La Muela said...

Alfonso, pero segun esto que publicas, James Bond es una mierda delante de ti......!!!!!
Espero que hayas salido vivo de esta aventura de Fast and the Furious.
Saludos