Ortografia

Yo nací para dos cosas, hacer dinero y bebermelo, que nadie venga con apuestas, ni retos que tengan de por medio dos mil pesos como ayer, si vuelven a pedirme lo mismo , vuelvo y lo hago. Estabamos en el bar ese, que es mas dificil que el carajo llegar y queda en el culo del mundo, un grupo de la oficina del proyecto. Entre trago y trago y la falta de mujeres para bailar el jumo, el encargado de la planta de tratamiento me retó.

-Tengo dos mil pesos en los bolsillos, tienes que sacar a bailar a Priscila, bailarle el perrito y sacarle la lengua de la manera mas prosaica posible.

-A quien???

-A Priscila.

Priscila es una militar rusa que llegó al pais hace muchos años, desde que llegó se ha desempeñado como encargada de seguridad del proyecto. El asunto con ella es que tiene al menos 250 libras, el pelo lleno de alguna sustancia grasosa y una cola de caballo, y era fea. Como yo soy una persona con demasiada personalidad, me da igual que me vean bailando con dicho manatí, ademas, dos mil pesos de romo no cae mal.

La saqué a bailar, tres merengues de corrido, dos salsas, una bachatica y perreo. Sentí en el pantalón mi celular vibrando, tomé la llamada.

-Alóóóó!!!!!!.

-Donde estas?.

-En el bar de la playita.

-Estoy cerca, quiero verte.

-Cool, salgo ahora.

-Ok.

-Ok.

-Ok.

Solté en banda a la muchacha, cobré mis dos mil pesos y salí. Detras de mí vi que Priscila se acercaba, no le di mucha importancia. En el parqueo la vi al lado del carro de su amiga, me hizo señas para que me acercara. Nos besamos muy apasionadamente, como si hubiese un deseo reprimido. Teniamos buen rato en eso y de repente abrí la puerta trasera y entramos, de reojo vi a Priscila observando, no le di mente al asunto. En el carro seguimos besandonos, le quité la blusa y besé sus pechos mientras la masturbaba. Su amiga que estaba sentada en el asiento delantero se nos unió, tenia a las dos, una cada lado. Los tres nos disfrutabamos, mientras penetraba a una, la otra me besaba, o la besaba a ella o le metia dos dedos por el ano, cosas así. En un momento sentí que alguien observaba y vi a Priscila parada a menos de cinco metros del carro, observando, no le di mucha importancia.

Cuando terminamos, salí del carro sin mucha prisa, me quedé pensando en la cara de sicopata de Priscila. Fui al bar a despedirme de los muchachos, pregunté por la rusa y nadie la habia visto, me fui a casa. Esta mañana me desperté, desayuné, todo normal. Bajé al parqueo y me percaté que el carro estaba asqueroso, tenia mas de una semana que no lo lavaba. También me di cuenta de que me habian dejado un mensaje en el bonete, lo hicieron con una llave o algun objeto filoso, decia: "Pajaraso, labame". Pensé si habia sido Priscila, no se, estaba mal escrito y ella escribe todos sus reportes impecablemente, no le di mucha importancia.