king

En los años aquellos en que el rey era un objeto decorativo, pues las reinas eran las que negociaban con piratas, feudos, los reinados cercanos, con los esclavos y un reguero de tigueres que usaban medias pantys y se ponian una peluca blanca con rizos, coño, que mariconeria. En esos años, habia un rey que gustaba de doncellas menores de edad y de soldados blancos como la leche, ese rey disfrutaba oliendo la ropa interior de las hijas del duque, se metia por la parte de atras del castillo y en complicidad con una sirviente real, entraba en las edificaciones para lavar la ropa y se masturbaba con los calcetines de sus invitados, sobre todo de aquellos cuyos nombres eran William, Jacques, o cualquier nombre dificil de pronunciar.

Un día el rey quedó anonadado cuando un señor apellido Colón le llevó desde Africa un especimen color chocolate, con unos senos hermosos cuyos pezones apuntaban directo a los ojos, ni decir del tamaño de su vagina y mucho menos el trasero capaz de romper pedazos de canela. La idea era traer muchos esclavos desde esa zona pues eran mas trabajadores y resistian largas jornadas de trabajo. El rey pidió dos para su atención personal. La reina, cansada y agotada por sus largas jornadas de trabajo, no encontraba en su marido la atención que merecia, pues este alegaba que según la tradición solo los lunes y los miercoles de luna llena el rey tenia relaciones sexuales, con la reina, of course.

La reina salió de paseo, bebia mucho vino y entre sorbo y sorbo, le contaba a su ayudante la necesidad de sexo que sentia.

-Su majestad, permitame ayudarle en estos menesteres, hay un esclavo que trabaja para el cocinero real, que creo capaz de resolverle sus problemas.

En la noche, subieron a escondidas al esclavo hacia una habitacion secreta de la reina, cuando lo desnudadaron, los ojos de la reina casi se salen de sus orbitas, nunca se habia imaginado, ni en los momentos mas impuros, ni cuando en el pasillo que da a la biblioteca real se dejó penetrar analmente por el cardenal, ni cuando un dia se dejó dar sexo oral frente a su esposo, nunca en ningun momento, hubiese pensado que existiese un miembro, perdon, un órgano sexual masculino que en reposo tuviese dicha dimensión. La reina mandó a sacar a todos de la habitación, cuando estuvo sola, se animo a tocarlo, pero no se atrevió a dejarse penetrar, en cambio una macabra idea se le vino a la cabeza.

El siguiente domingo, en el acostumbrado baño real, el rey disfrutaba de sus dos sirvientas, el se dejaba bañar y el luego las bañaba, terminando en un despelote tal que salian de la gracia de Dios en esos instantes. Bueno, ese dia la reina se les unió al baño y trajo a su moreno para que la bañe. Oh, Dios del sol, o del maiz o de la lechoza o del mofongo, virgen de la altagracia, que rey mas plebe, ese hombre come lo que sea, cuando vio el miembro del bañador real, le dio un comezón, mejor no les cuento.

Cuando ustedes pasen por el palacio, a mano derecha de la entrada principal, está una edificación que de primera impresión usted cree que está abandonada, no, no es así, es la tumba de un rey, que murió de cancer, dicen los cientificos, según los especuladores, lo sensacionalistas, los morbosos como yo, los que llegaron a pensar que el rey se dejó penetrar por el esclavo, esos creen que el rey murió de almorrana o hemorroides si le quieren llamar así.