shit happens

Puedo considerar que he tenido éxito en el ámbito laboral. De trabajar para una empresa que utiliza un software de gestión a trabajar en la empresa que lo desarrolla. Aunque en el cambio de empresa no subí de posición, si lo hice con el salario. Llegué un lunes bien temprano con traje nuevo y un bulto samsonite para mi laptop. Trabajaba en el piso 6 de una torre de 24. Era el customer experience manager. Me leí los reglamentos internos, el boletín mensual del departamento de normas y calidad, el outlook estaba configurado y mi usuario para la red tenía el perfil según la posición: No messenger, no páginas pornos, racistas, bélicos, nada que atente a las buenas costumbres.

Cada día fui conociendo a los que trabajaban conmigo. En el comedor aprovechabamos para hablar de los problemas que se presentaban con diferentes clientes, hablabamos de tecnología. Parecía una empresa sacada de algún libro de cuentos, Alicia en el país de las maravilla podría ser. Un día recibí un correo del CEO para latinoamerica y el Caribe de .....realmente, no recuerdo demasiado largo su cargo. El asunto es, que tuve que presentar un reporte de mejoras definitivas para incrementar las ventas a corto y mediano plazo. 26 días de haber entregado, recibí otro correo, este era para ofertarme el puesto de Director en soluciones MRP, en inglés se escucha mejor les aseguro.

Un nuevo parqueo, un escritorio mas grande, la silla ejecutiva parece un asiento de auto de Fórmula 1. Ahora, en vez de hacer reporte los solicitaba. Me estaba acostumbrando a mi nueva posición. Mis antiguos compañeros me enviaban correos sobre milagros en la Sierra, cadenas que implicaban 10 años de mal sexo si la cortaban. Mi posición no me permitía seguirles el juego, les envié al auditor de la red con un manual de 56 páginas sobre políticas de uso del Intranet y recursos informáticos de la empresa.

Una tarde cualquiera, en mi brake obligatorio de las tres de la tarde, para evitar los níveles de strees en los ejecutivos de alto nivel, fui al baño a cagar. Nunca había entrado al baño del piso ejecutivo. Estaba decorado sobriamente, pisos de marmol, luminarias inteligentes, sensores en los urinales marca ToTo. Estaba sentado en el inodoro tratando de defecar, en el ambiente se escucha el último CD de Budha Bar, recomendado para relajarse mientras sale del cuerpo un ribeye termino medio y a tres cubículos del mio se escuchaba al VP de Desarrollo para latinoamerica y el caribe pujando una guerra entre oriente y occidente. El olor era insoportable, el extractor no fue suficiente para sacar tal peste. Me dieron ganas de vomitar, preferí los baños del piso cuatro, que huelen mistolín y un letrero en la puerta del inodoro que decía: "Si se te para mientras cagas, es porque eres Maricón"