lola, lolita, lolazo

Ella vino de Baitoa a trabajar en la casa cuando nos mudamos a Santiago en el 1992. Lola, como le decian, era nieta de Doña Flora, partera de mi papá y sus hermanos. En la mañana iba a la escuela y en la tarde, luego de de hacer sus tareas, hacia los oficios de la casa. Era de contextura fina, pero tenia unos pechos de buen tamaño y sus nalgas eran redondas y firmes, no aparentaba su edad y en el barrio, los vecinos estaban dispuestos a caer presos por perderse en el pelo negro, lacio y largo de ella.

Cuando la edad del pavo se me pasaba y los vellos pubicos florecian, la empecé a ver diferente, no era la Lola que me llevaba agua a la habitación o arreglaba la cama, era la india de jugosos pechos y piernas celestiales que me decia Alfonsito, necesitas algo? y yo no distinguia si esas palabras salian de su boca o de su sexo marcado en las licras azules que utilizaba para estar en la casa. Una noche estudiaba para las pruebas nacionales y fui a su habitación a decirle que me prepare algo de comer, la puerta estaba entreabierta y ella se cambiaba, la vi desnuda, cuando se dio cuenta que la observaba, me sonrió, siguió vistiendose con una normalidad morbosa y yo que solo habia visto a tres mujeres desnudas en mi vida: Sharon Smith, en una revista que Pedro llevó al colegio como mercancia de contrabando, Vansessa del Rio, en una pelicula porno con mujeres sin depilar y a mi madre. Esa noche tres pajas no fueron suficientes.

-Buenas tardes Alfonsito.

-Hola Lola. La comida está servida?

-Le fue bien ayer, señorito?

-De que tu ta hablando?

-Se durmió tarde ayer, estaba estudiando, o estudiandose?

Yo no entiendo donde las mujeres aprenden, que programa las actualiza, tardé tres días para entender el comentario, ya era tarde. Los años pasaban y veia a Lola crecer, ponerse mas buena, mas maldita. Tambien veia los enamorados que la buscaban en motores y se la llevaban para el monumento a rapar entre los matorrales o ir a Janico o San José de las Matas a bañarse en cuero en las pozas, bueno, eso asumia. Uno de esos enamorados se fue a vivir a Nueva York y no se como, ella también. Mami hablaba con ella de vez en cuando y a veces recibiamos una carta de ella con una foto mortificadora, mas buena cada día.

-Aló.

-Hoooola Alfonsito. La voz me era conocida pero no me atrevia a adivinar.

-Quien es?

-Lolita, no te acuerdas de mi, o ya no soy quien te quita el sueño. Que freca pensé.

-No Lola, es que no me acordaba, pero tu sabes que si, que te tengo siempre presente.

-Voy para Baitoa y pienso ir a visitarlos, me dice buela Flora que viven en la capital, voy a pedir permiso.

Le pasé el telefono a mami, luego de la conversación me rei mucho. Lola vive en New Jersey y se monta en un tren todos los días para ir a trabajar a Manhattan, ellla habla poco ingles y recoge cajas en una tienda. Todos los días se monta en un tren llenos de Ludacris en potencias, claro, sin dinero, sin bling bling, sin carros lujosos y sin casas que se presentan en Cribs, se monta y se ha perdido siete veces, cada vez que se pasa de su parada tiene que caminar al menos cinco km, es que las cuadras de allá son grandes, it's the big apple. Para mi era ridiculo que ella pidiera permiso para montarse en una Metro o Caribe Tours y que no hablara con la i, pero eso no viene al caso.

Diablo, que desgracia, me he quedado con el deseo de verla desnuda otra vez, por la puerta entreabierta, verle los pechos colgando y sus piernas torneadas, lástima que no podrá ser. Sucede que en la parada de la guaga en Santiago un delicuente le sacó un puñal, le robó dos guillos, una cadena, sesenta dolares, un celular sin activar, también le dio una puñalada, tu sabes, para las estadisticas.