Friday, May 23, 2008

Los balcones de San Anton.

Isabel vivía en San Antón desde que su memoria le permitía recordar. En un calle estrecha, sin aceras y que terminaba en las escaleras de la iglesia. Ella habitaba en el último edificio de los pintados de amarillo, en el segundo piso tenía su morada junto a sus padres y dos hermanos, una tía y su hijo, su abuela que vino de retirada desde Nueva York y una muchacha y su hijo la cual se cree es una hija que el abuelo tuvo fuera del matrimonio.

Un día de reyes Isabel recibió una bicicleta azul. Ella se paseaba calle arriba, calle abajo, con sus dos colitas, pantalones cortos y su cara inocente. Sentía que dominaba mas y mas su bicicleta y decidió cruzar la calle Mella y justo detras de la gran tienda, Juan, un vecino que vivia a cuatro casas de ella, tomó su correa y en tono amenazante, obligó a Isabel a devolverse. Isabel sintió mas que miedo, sintió respeto, vio en Juan un simbolo de autoridad, de virilidad, de hombre. Pero ella tenia doce años, Juan deberia tener veintiuno.

-Tengo veinticuatro Isabel.
-Ahhh, y donde tu trabajas?
-Preguntas mucho Isabel.
-Y por que no puedo montar bicicleta en otro sitio que no sea mi calle?
-Eres muy pequeña para andar por ahí.
-Ahhh!!!

Todos los días, a las seis de la tarde, Isabel intentaba acercarcele a Juan. Ella sabia que a esa hora él regresaba del trabajo, se quitaba la camisa y se sentaba en la única mecedora de su pieza antes de darse un baño en el patio. Su sorpresa fue mayor cuando una tarde se encontró a Juan en el balcón de su casa bebiendo ron con su padre.

-Y tu conces a mi padre?
-Mi papá era muy amigo de Polanco.
-Y tu no tienes novia?
-No Isabel.
-Y tu sales de noche?
-Preguntas mucho, que es lo que tu quieres saber?

Isabel miró hacia ambos lados de la calle y entró a la pieza de Juan con todo y bicicleta. Juan era un moreno de estatura media, fornido, con bigote, pelo recortado y peinado hacia el lado. Isabel por primera vez sintió un chorro de adrenalina por su cuerpo, igual que cuando espió a su primo mientras se bañaba. Su corazó empezó a latir con rapidez cuando Juan cerró la puerta de su casa.

-Quiero ver como lo tienes. Juan la miró detenidamente, sin pronunciar palabra alguna se bajó los pantalones. Los ojos de Isabel parecian salirse de sus órbitas. Hubo mas de un minuto de silencio en el lugar.
-Pensé que estaba lleno de pelos. Juan tomó la delicadada mano de la jovencita y se la llevó a su miembro que empezaba a ponerse duro.
-Jeeehh. Sobresaltada, Isabel se sorprendió por el cambio brusco de tamaño.
-Eso es que se te paró? Y la paja que es? Juan, puso la mano sobre la de Isabel y empezó a moverla.
-Eso, eso es la paja.
-Y para que lo hacen?
-Para coger gusto.
-Como asi?

Juan la miró a los ojos y se arrodilló, le bajó los pantalones. Por encima de su ropita interior empezó a tocarla. Un gemido corto fue la reaccción de Isabel. El sonrió y siguió tocandola.

-Para, para. Isabel subió sus pantalones y se marchó.

Isabel no dejaba de pensar en lo sucedido. Para ella, esa sensación era desconocida. En el baño observaba su cuerpo desnudo. La naturaleza puso en ella un poco de todo. Con apenas doce años ya tenía que mostrar. Tocan la puerta, desde el baño pregunta quien es.

-Dejaste tu bicicleta.
-Perate, ya te abro.

Abrió la puerta, Juan tenia la bicicleta en su mano.

-Y Polanco?
-No hay nadie en casa.
-Me le dejas saludos.
-No, entra, llegan tarde, estan en Los Minas, en el cumple de la hermana de abue.

Se fueron al balcón. Obviando los dialogos entre Juan e Isabel y las acciones que se desencadenaron solo les puedo contar de la noche sin luna, los balcones sin iluminación uno al lado del otro. La calle solitaria, los gritos ahogados, la respiración entrecortada, la mecedora de metal que se manchó con sangre, ropa interior que se tiró a la basura. La prisa que casi son las diez. La complicidad de las estrellas.

10 comments:

Baakanit said...

Bueno, Juan se comió literalmente la menor.

Aunque Isabelita estaba de resalía, mister Juan no debió ponerse en esas. She was just 12. Statutory rape.

Me parece contradictoria la manera que presentas a Juan, al principio lo muestras preocupado de que no le pase nada a la niña, y al final él es el causante del daño. Bueno, la vida misma es así de contradictoria a veces.

Saludos viejo.

GS said...

eww, ayy, ahh!!

Miss Undestood said...

deja vu!

La Muela said...

Situaciones como esta pasan a diario, no por echarle la vaina a la menor, pero asi como hay muchos hombres que joden, hay muchas veces que las ninas provocan estas cosas, ya sea por las hormonas revolteadas o solo por joder.
No voy a justificar, pero hay veces que nosotros no estamos en nada y viene una chamaquita a joderle la vida a uno, si no tienes fuerza de voluntad, metes la pata y Najaaaaayo.

Anonymous said...

Bueeh...!

"I wanna know,
What you're thinking...
Tell me, What's on your mind...?"

-Information Society
(The 80's)

Unknown said...

Alfonso: en vez de mandarte a la hoguera; pienso que debia existir una ley que penalice a los padres que evadan u oculten informacion basica como lo es la sexualidad; si los padres de Isabelita la hubiesen documentado como es la sangre no llega al rio dejemonos ya de doble moral,

Yo said...

to much for me!
estoy en otra.

Anonymous said...

No me parece justo mandarte a la hoguera por este post. Entiendo que la ley con relacion a este tipo de casos donde estan involucrados menores debe estar mas acabada incluso responsabilizar a padres que omiten informacion tan importante a sus hij@s; Si los padres de Isabelita le hubiesen aclarado el panorama la sangre talvez no llegaba al rio, quien dijo que cuando uno tiene 12 o menos ya no anda como tortolica en celo, la carajita queria saber y fue a averiguar directo a la fuente.

Unknown said...

no me gusto este cuento
yo tengo una hija y no puedo evitar pensar q a ella le podria pasar.

Jenniffer G. said...

Jejejeje si a los muchachos se les deja todo el tiempo solos :P...por eso hay tantos embarazos de menores de edad.