Monica

Cuando empecé la universidad tomé algunas clases con una muchacha bien pintoresca. Ella era coreana, de seis pies de altura y cuerpo como le explico, una combinación de surfer con Karateca, algo así. Pues el asunto es que estabamos juntos en el mismo grupo de estudio, ella, un amigo digno de escribir sobre él, dos personas mas que no recuerdo y yo.

Ella se puso por nombre Mónica, su nombre en coreano era, bueno, les diré como suena pues no se escribirlo: Dan Juan Yon. Recuerdo una vez que fuimos a su casa. Todo era pirateado, desde cuadros de Gillo Perez, hasta vajillas de porcelana china, pues eran de Corea, increible. Pasó el tiempo y seguiamos juntandonos, ella dandonos clases de matemáticas, nosotros de español. Se climatizó tanto que andaba con 50 pesos en el tapasol del carro para darselo a los tráficos cuando la paraban por andar con luces rotas, sin revista, placa, licencia y que se yo si pasaporte.

Un día Monica, perdón, Dan Juan Yon, nos cuenta que su padre se le antojó poner un negocio de pasolas en Sosua, pasolas pirateadas también, y que se iba a vivir para allá. También nos contó que su novio se iba a vivir con ellos, un compañero de clases que se metió a bachatero, y les juro, que era Jimmy Bauer.

Un día nos llamó y nos invitó, a mi y a un amigo, a pasarnos un fin de semana. Sus padres estaban de viaje, el novio de gira por Nagua, y una amiga, o su clon, vino de Corea a visitarla. Llegamos a Sosua, fuimos a la playa y en la noche nos dirigimos a Cabarete en pasolas, Yamanta era la marca.

En un bar que no recuerdo el nombre, unos sankies se pusieron de frecos con nuestras acompañantes. La amiga de Mónica, medallista olimpica en Judo, dió catedra de golpes y saltos por los aires, Mónica, medallista olimpica pero de Karate, explicó en el lenguaje de las patadas, que una mujer de su tamaño se respeta. Yo me limité a ir al baño, creo que mi amigo le pegó un botellazo a alguien. Cuando llegó Politur nos escapamos por la playa y nos montamos en las pasolas. A 36 km/h llegamos a Sosua, la Asociación de Sankies del Atlántico declaró a Mónica y a su amiga visitantes no gratos en el país. A lado de la caja de Onnos, hay una foto mía, debo una cuenta allá, alguien pase por ahí y paguela.