Friday, May 30, 2008

Indicadores economicos

Sucede que el periodista mircrófono en mano empieza a cuestionar al dependiente en el puesto de verduras en el mercado.

-Ehh, si, lo tomate tan a 12, el platano ta ma barato, la yuca tambien. El arroz se consigue sin problema y ta baratisimo...pero y que carajo hacemo nosotro con to la vaina barata si no hay circulante? Yo prefiero que el arro te a cincuenta y tenei a muchisima gente en fila comprandolo.....ute entiende....no vamo a joder...no hay cualto en la calle....digo, me entiende?

Monday, May 26, 2008

El mundo de hoy

Veo que todavia existen publicaciones que hablan sobre la contienda electoral en los Estados Unidos, sobre todo el mathup Clinton-Obama. En todos los diarios del mundo se habla de esta situacion pues POR PRIMERA VEZ UNA MUJER EN LOS ESTADOS UNIDOS Y UN HOMBRE DE "COLOR" compiten para ser candidatos a la presidencia. No solo eso, el hecho es que lo resaltan como si fuese un acontecimiento tan raro como la aparición de la virgen en un plafond comercial dos por dos.

Estados Unidos se ha convertido en el circo del mundo. Ya sea por su presidente, por su politica de "I will Fuck U poor country" o de "I don't care if u are fucked up, u don't have oil". Ese show politico que se ha formado muestra que en pleno siglo de la liberación femenina, de la igualdad de generos, etc, etc, Estados Unidos sigue siendo un pais racista, machista, clasista y cualquier otro adjetivo que quiera agregar. De no ser así, que Obama compita por la candidatura a la presidencia y que lo haga Clinton como mujer, deben ser noticias que deben pasar sin pena ni gloria.

Friday, May 23, 2008

Los balcones de San Anton.

Isabel vivía en San Antón desde que su memoria le permitía recordar. En un calle estrecha, sin aceras y que terminaba en las escaleras de la iglesia. Ella habitaba en el último edificio de los pintados de amarillo, en el segundo piso tenía su morada junto a sus padres y dos hermanos, una tía y su hijo, su abuela que vino de retirada desde Nueva York y una muchacha y su hijo la cual se cree es una hija que el abuelo tuvo fuera del matrimonio.

Un día de reyes Isabel recibió una bicicleta azul. Ella se paseaba calle arriba, calle abajo, con sus dos colitas, pantalones cortos y su cara inocente. Sentía que dominaba mas y mas su bicicleta y decidió cruzar la calle Mella y justo detras de la gran tienda, Juan, un vecino que vivia a cuatro casas de ella, tomó su correa y en tono amenazante, obligó a Isabel a devolverse. Isabel sintió mas que miedo, sintió respeto, vio en Juan un simbolo de autoridad, de virilidad, de hombre. Pero ella tenia doce años, Juan deberia tener veintiuno.

-Tengo veinticuatro Isabel.
-Ahhh, y donde tu trabajas?
-Preguntas mucho Isabel.
-Y por que no puedo montar bicicleta en otro sitio que no sea mi calle?
-Eres muy pequeña para andar por ahí.
-Ahhh!!!

Todos los días, a las seis de la tarde, Isabel intentaba acercarcele a Juan. Ella sabia que a esa hora él regresaba del trabajo, se quitaba la camisa y se sentaba en la única mecedora de su pieza antes de darse un baño en el patio. Su sorpresa fue mayor cuando una tarde se encontró a Juan en el balcón de su casa bebiendo ron con su padre.

-Y tu conces a mi padre?
-Mi papá era muy amigo de Polanco.
-Y tu no tienes novia?
-No Isabel.
-Y tu sales de noche?
-Preguntas mucho, que es lo que tu quieres saber?

Isabel miró hacia ambos lados de la calle y entró a la pieza de Juan con todo y bicicleta. Juan era un moreno de estatura media, fornido, con bigote, pelo recortado y peinado hacia el lado. Isabel por primera vez sintió un chorro de adrenalina por su cuerpo, igual que cuando espió a su primo mientras se bañaba. Su corazó empezó a latir con rapidez cuando Juan cerró la puerta de su casa.

-Quiero ver como lo tienes. Juan la miró detenidamente, sin pronunciar palabra alguna se bajó los pantalones. Los ojos de Isabel parecian salirse de sus órbitas. Hubo mas de un minuto de silencio en el lugar.
-Pensé que estaba lleno de pelos. Juan tomó la delicadada mano de la jovencita y se la llevó a su miembro que empezaba a ponerse duro.
-Jeeehh. Sobresaltada, Isabel se sorprendió por el cambio brusco de tamaño.
-Eso es que se te paró? Y la paja que es? Juan, puso la mano sobre la de Isabel y empezó a moverla.
-Eso, eso es la paja.
-Y para que lo hacen?
-Para coger gusto.
-Como asi?

Juan la miró a los ojos y se arrodilló, le bajó los pantalones. Por encima de su ropita interior empezó a tocarla. Un gemido corto fue la reaccción de Isabel. El sonrió y siguió tocandola.

-Para, para. Isabel subió sus pantalones y se marchó.

Isabel no dejaba de pensar en lo sucedido. Para ella, esa sensación era desconocida. En el baño observaba su cuerpo desnudo. La naturaleza puso en ella un poco de todo. Con apenas doce años ya tenía que mostrar. Tocan la puerta, desde el baño pregunta quien es.

-Dejaste tu bicicleta.
-Perate, ya te abro.

Abrió la puerta, Juan tenia la bicicleta en su mano.

-Y Polanco?
-No hay nadie en casa.
-Me le dejas saludos.
-No, entra, llegan tarde, estan en Los Minas, en el cumple de la hermana de abue.

Se fueron al balcón. Obviando los dialogos entre Juan e Isabel y las acciones que se desencadenaron solo les puedo contar de la noche sin luna, los balcones sin iluminación uno al lado del otro. La calle solitaria, los gritos ahogados, la respiración entrecortada, la mecedora de metal que se manchó con sangre, ropa interior que se tiró a la basura. La prisa que casi son las diez. La complicidad de las estrellas.

Monday, May 19, 2008

Wednesday, May 14, 2008

Recorrido de la ciudad en bicicleta

No se como diablos estoy metido en este lio de recorrer la ciudad. Estoy un poco desorientado y busco algún punto de referencia para empezar mi recorrido. Miro hacia el frente y veo muchas casas de madera y zinc, o madera y madera o zinc y zinc. Yo tengo cara de palomo, mejor dicho, aqui soy un palomo, aqui soy un maldito blanquito que amaneció con el deseo de recorrer en bicicleta la ciudad. Pregunto a Verónica por donde se sale, me indica con el dedo un negocio forrado de tabla de palmas pintado de azul, me acerco y me recibe un jovén con estilo urbano, un El Lapiz cualquiera, un Vaqueró cualquiera.

-Papa, dame lu. Se le nota que me va a engañar, a mi se me debe notar que me van a engañar.
-Na montro, quiero salir de aquí.
-Y con la bicicleta también?
-Si, con ella también.

Estoy en un barrio de casas pobres que está en un terreno por debajo del nivel de calle, muchos metros por debajo, algo así como las excavaciones que se hacen para los grandes edificios. Por el único lugar por el cual se salia era el negocio ese, este señor, o joven, o tiguere, hizo una especie de andamios de cajas donde traen el bacalao o el arenque. Era inestable, despues de hacer equilibrio para subir y casi caer, llego al nivel de calle. El joven me espera.

-Papa, son tre mil pesos.
-Como que tres mil pesos?.
-Mira, lo primero eh que te dejé pasar la bicicleta. Segundo, te voy a sacar hasta el salón de Fella, hata ahí llega mi territorio. Tercero, pagame los tre mil peso pa no matarte. Tú decide, todo el mundo aquí paga peaje, y a ti, yo no te voy a fiar, paga, paga palomo.

Le pagué los tres mil pesos. No iba a discutir. Verónica me habia explicado que todos los días tenían que pagar para salir del hoyo donde vivian. Pero lo hacian sin reclamar. No habian ladrones, ni tecatos en el semillero. Todo entraba por esa sola salida. Estaban protegidos. Ademas, el tenia un acuerdo con el vecindario, hasta el salón de Fella nadie los podia tocar, ni los que se pegan de una botella de cemento de zapatos, ni los que se pueden resistir a una niña en falda kaki con una blusa desgastada de tanto ponersela donde se le marcan los tiernos pechos que la pubertad les ha regalado.

Llegué al saló de Fella. La dueña no se llama Fella, ni su prima, ni su hermana. Sigo buscando un punto de referencia y lo encuentro, veo tres tanques de agua de algún acueducto y hago memoria, trato de recordar donde lo habia visto. Asi es!!! Es de Arroyo Hondo.

-Miren, como llego a Arroyo Hondo?.
-Vete por esa calle, to el tiempo, te va a topa' con con el arroyito, le puede dar por ahí en la bicicleta, lo carajito mio siempre montan por eso monte. Dale y te va a topar con la finca donde hacen mucho chicharrones, dale derecho y llegaras sin problemas. Vete rapido, ya se te hace tarde, ya los tigueres empiezan a venderle patilla y perico y coca y marihuana a los riquitos blanquitos que llegan hasta la iglesia y ahi mimito, frente a la imagen de San Nicolá, compran su vaina para hacer fieta y ya tu sabe, tan la muchachita da al pecao.

Arranco mi pedaleo. No se, estoy en un lugar que no conozco, que no me conoce nadie, y ando con una confianza tal, que me asusta. Estaré loco yo? Pues en algunas pendientes tengo que apearme de mi bicicleta, están llenas de hoyos para colmo. Encontré el camino de caliche que me lleva al arroyo. Voy a gran velocidad, es que no puedo andar despacio, ni cuando camino, ni cuando ando en mi carro, ni cuando ando en moto , mucho menos en bicicleta. Recuerdo en Baitoa cuando en mi Cross montaba a uno en la barra, otro en el timón y uno en los tubitos de la rueda trasera. Los cuatro bajabamos a gran velocidad desde la casa del abuelo hasta la carniceria, y cuando digo a gran velocidad es a gran velocidad. Una tarde Moreno, que iba en el guia, se acomodaba luego de un saltico y puso su mano derecha encima de la manecilla del freno, yo no pude frenar, terminamos todos entre los chivos y reses colgando de donde Melo, abuelo pagó por toda la carne que no se vendió en el día.

Al final de el camino de caliche estaba el arroyo. Era un pedacito de arroyo. Un hilito de Arroyo, pero el agua estaba limpia y transparente y eso me sorprendió. El camino era bañado por este hilo de agua y de repente terminaba en una propiedad campestre, cercada con malla para gallineros, con un perro blanco, odioso de solo mirarlo. Tenia que cruzar la propiedad para seguir mi camino pero yo odio los perros. Llamé a la señora y le expliqué mi travesia, ella amarró no solo un perro. Amarró cuatro perros mas que la acompañaban. Me quedé sorprendido por el lugar donde estaba. No sabía que la ciudad escondia tales lugares. Palmas altas, cesped verde y bien cuidado. La señora antes de despedirse me cuenta que es viuda y su marido compró esa propiedad alejada del bullicio y de el semillero. Aunque hace muchos años estaban lejos, con el tiempo se han ido acercando. Tengo que vender ahora me dijo. Si desde el patio se ve una casa de cartón, mi propiedad no vale un centavo. Seguí mi paso, ya el camino no era de caliche, era tierra roja. Estaba en un lugar bizarro. Creo que en ese lugar se hacen chicharrones, pero no es en Villa Mella donde se hacen muchos chicharrones en esta ciudad?

Mientras seguía pedaleando me fijé que la gente no tiene piel y se le ven los musculos. No se pueden poner ropa y andan descalzos. Se nota la grasa sobre el tejido muscular y en los pechos de las mujeres se notan zonas llenas de grasa, así como en el abdomen. Que raro, como estas personas viven aquí y nadie se ha dado cuenta? Siento que me miran, que me acechan, que alguien quiere matarme como si hubiese descubierto algún secreto, es de la piel de ellos que se hace el chicharrón y no de la de los cerdos? Ese pensamiento me estaba acosando y yo pedaleaba mas y mas, sentía que me perseguia alguien o algo. No se, como a cien metros se veia una calle asfaltada, era la 5E. Una calle larga, recta, esa da justo a la entrada de Colinas de Arroyo Hondo, luego para Cuesta Hermosa y de ahí, el paseo por la ciudad es aburrido, sin mucho que contar.

Saturday, May 10, 2008

Poder

La fuerza de la mujer mulata es parecida a la de un cabezote que transporta resina. Su cuerpo de piel fuerte y con cierto brillo bajo la luna llena. Sus labios carnosos, sus lengua larga y esponjosa, sus encias oscuras. La mujer mulata inspira a cualquier mortal a pasearse por sus callejones, a jugar con sus manos grandes, a enamorarse del misterio que duerme en sus entrañas. No hay quien se resista ante el embrujo de sus ojos, del dulce canto de su caminar, de sus sensuales mañas, de sus nalgas prietas, de las mordidas que no solo se dan con la boca.

Art

No solo de romo vive el hombre, o de pan?
Santiago ta mora'o pero hay gente en el museo.
El que ve el cuadro La Palabra Callada no cree en politicos.
Quien dedica su tiempo a ver una ponchera pintada de azul, no va a votar, prefiere leerse un libro de Juan Bosh o se lee a Cortazar, pero no y no, no pierde su tiempo. Esos son los efectos del arte.

Friday, May 09, 2008

fonsito

Recuerdo que al bajarte al muelle sin querer te golpeaste con la baranda del toldo, si lo se, fue mi culpa. A veces me llegan a la mente momentos que compartimos, yo se que tu no recuerdas, estabas chiquititito, pero yo si. Me preocupabas cuando llorabas y llorabas y no sabia cual era la razon. Dios mio, se me olvida a veces tu expresion por las mananas, pero ahora me gustan tus ocurrencias y esa mirada que yo se, cuando seas grandes, dejaras derretidas a todas las chicas. Cuanta personalidad tienes!!!, me gusta que eres un nino GRANDE, que piensa y dice todo lo que se le ocurre.

Me encanta tu ingenio. Me encanta como descubriste que hay que ponerle dinero a las "maquinitas" para asi disfrutar de ellas, me encanta cuando dices quiero un helado rosado y azul o amarillo y chocolate. Me encanta cuando dices que te peinen como papi, que cuando seas grande quieres ser ingeniero, no como Bob El Constructor, sino como yo.

Monday, May 05, 2008

Como se pierden las cosas, asi por asi

Hay cuentos que se pierden en los cañaverales y en los mangos que llenos de pena se pudren esperando ser degustados por los niños que marotean los sabados en la tarde despues del catecismo. Los rios se secan, se les va el deseo de seguir corriendo entre peñas y ramas de arboles, prefieren los grandes lagos de las presas donde la gente va y tira fotos y algunas pescan peces con sabor a tierra, atras quedaron los años donde el olor a locrio de jaiva hacia que el rio se desbordase.

Ya la gente no monta a nadie en la carretera, y lo lamenta, el internet nos tiene alertas con cien mil leyendas infinitas, el hecho de aparecer en una tina sin los riñones es espantoso. Ya no hay espaguettis en las playas, ni ron con seven up, ni niños que mueren ahogados, nadie hace piramides en el agua ni se hacen matas de coco. Y que nos pasó? O que les pasó? La tarde está gris y siendo las dos de la tarde el abanico sopla un aire frio, me dieron deseos de ver Iron Man en el cine.