De refilon

Me siento triste por su familia, claro, nadie quiere perder a un ser querido, pero la forma en que la prensa y el sector oficial han manejado su muerte y funeral tiene la quinta pata del gato y me explico. Se nota que era un señor querido, respetado y admirado por muchos sectores de la sociedad, desde el privado al público, pero que mensaje transmitimos cuando resaltamos en titulares de los periodicos que perdimos a un gran hombre, viva representación de la honestidad, que defendió los intereses del país, que combatió el contrabando, el tráfico de influencias, que se manejó con transparencia. No se supone que este debe ser el perfil de todos nuestros funcionarios públicos? No me mal interpreten ni escojan el camino izquierdo o el derecho para criticar mis palabras. La sociedad debe llorar que murió un gran hombre pero acabamos de perder la última esperanza de buenos funcionarios, un posible candidato potable de verdad, o sea, nos terminamos de joder. Quién pongan ahora va a joder la vaina? Me dio mucha pena su muerte, pues el señor luchó para tener una buena gestión, pero creo que el tema para reflexión sería por qué no todos son así.

Estamos de luto, se murió la honradez.