Amor Rosado

Ahhh la yerba!!!. En esta epoca del año la caña engalana las carreteras con su flor, que a diferencia de sus hojas, estas acarician la piel como lengua que se pasea desde la pelvis hasta el ombligo. Quisiera volar sobre los campos verdes que bordean los ingenios para luego descansar en los arroyos frios y cristalinos. Ahhh mi amada. Donde estas?

Llegue a esa ciudad portadora de cultura en cada esquina. A diferencia de los paieses de este lado del charco, alla todo el mundo visita los museos, comparte en los parques, camina por las aceras libres de talleres de instalacion de sistemas de gas o talleres de ebanistas. Asi si es bueno. Eran las cinco de la tarde. Te vi saliendo de ese edificio gris, resaltaba tu figura entre las demas. Estabas a mas de cien metros y juro por Dios que podia sentir el olor de tu piel o lo agradable de sentir tu mano acariciando mi cara. Cuanto te amo chiquita, pense. Camine hacia ti. Nuestros ojos se entrecruzaron y te quedaste corta de aire. No es una muestra de amor te dije, sino de egoismo, es que, no puedo creer que estes aqui tranquila sin mi. No dejes que mi lado macho-latino-pelo en el pecho salga a relucir, estaria en la carcel en menos de cinco minutos si te arrastrara por el piso hasta el aeropuerto, pero creeme, ganas no me faltan.

Salimos esa noche a ponernos al tanto de lo se escapaba en las conversaciones maratonicas diarias que compartiamos y en las sabanas sudamos la fiebre y los fluidos. En tu piel y en mi piel buscamos las marcas que reconociamos a leguas y en los rincones buscamos los aromas que nos indicaban que yo queria y que tu querias. Mis labios sangraron, en tu cuello se quedaron tres marcas. Luego de tres horas, doy vueltas en la cama, no me quiero levantar, no me quiero duchar. No quiero que un jabon borre tu sudor, tu saliva y tus fluidos de mi piel. Sigo esperandote. Seguire esperandote, recordante, amandote cada segundo que no estas, esperando volver a verte.

Ahh las pastillas. Recuerdo ese fin de año, el ultimo juntos, recuerdo ese viernes santo que pecamos buscando quedarnos pegados, recuerdo ese verano que nos bañamos desnudos en la playa y que dormimos de igual forma pero borrachos. Recuerdo ese dia en que me atrevi a buscarte, sin avisarte, recuerdo el viento pegado a la cara, el sol quemando la piel. Vuelve, no jodas tanto.