rico

La joven dama sale de su oficina, ha tenido un dia de perro pero eso no le quita el animo, hoy es viernes social. Luego de apagar su computador, peinó su pelo, se colocó un poco de polvo en la cara para apagar el brillo que causa el ajetreo de los memos y pasar las llamadas a un jefe impaciente. Ella camina por la calle, vive cerca. En la esquina visualiza a un joven apuesto, su prototipo, empiezan a cruzar las miradas, se miran de arriba a abajo y se aprueban el uno y el otro, la fase inicial del coqueteo humano se cumple. Ya a pocos pasos de distancia, el joven se detiene colocandose en medio del trayecto de ella, ella se detiene, observa al joven que espera que ella se detenga o disminuya su paso. Ahora los dos de frente, hola dice el, ella sonrie y en ese instante un residuo de la mazorca de maiz con la que acompañó su almuerzo le molesta entre los dos dientes frontales, usa la punta de la lengua como un palillo y trata de succionar tan incomodo resto de comida, el al ver esto le dice: Diablo mija, cepillese y sigue su paso hacia la panaderia con la intencion de tomarse un cafe.