A beautiful day

A veces nos dejamos estresar con el día a día y no nos fijamos en los detalles de la vida. Nos perdemos en el macro y nos olvidamos de esa planta sembrada en la esquina que nos dice: Tenga buen día señor.

En mi trabajo todos los días vivo con mucho rush. Que si esto no está listo, que si aquello no ha llegado y tantas veces le paso por el lado a esa playa, hermosa, de película, sacada de cualquier reportaje de Discovery Channel. Tengo la dicha de trabajar en un proyecto hermoso, bendecido con el verde de la naturaleza.

Desde la carretera principal puedes ver zonas sembradas con muchos arboles y te imaginas a algún pianista tocandote alguna nota suave, relajante, bajas el cristal y apagas el radio, quisieras quedarte dormido eternamente. En el boulevard central las garzas te escoltan todo el camino hasta llegar a Caletón, un pedazo del cielo.

Ayer un pichón, de no se que, volaba paralelo a mi carro, impresionante, me emocioné. Baje la velocidad para ver hasta donde el me acompañaba, a mi derecha vi un grupo de aves, me imaginé que pertenecía a la bandada. Volví mi vista al ave que me habia llamado la atención. Se notaba que hacia muchos esfuerzos por volar a la misma velocidad que mi carro y el grupo de aves. Se notaba cansado pero emocionado por poder volar.

La aerodinámica es una cienca que las aves dominan, parece que el pichon ese se durmió cuando el profesor le explicó sobre el efecto del viento sobre los carros en movimiento, el cabrón quizo pasar por delante de mi y fue succionado hacia el radiador de mi carro. El maldito se ha carbonizado y llenó de plumas hediondas, vísceras y demas partes de su misero cuerpo todo el carro.